El patrimonio de Castilla y León

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martes, 24 de julio de 2007

La torre de Santa María del Azogue

PRESENTAN EN LAS CORTES LA PROPUESTA DE RESTAURACIÓN



Los procuradores en Cortes por la provincia de Zamora, José I. Martín Benito, Ana Sánchez y Manuel Fuentes, han presentado en el registro de la Mesa de las Cortes regionales, para su discusión y debate en la Comisión de Cultura y Turismo, una propuesta de resolución que contempla instar a la Junta de Castilla y León a restaurar la torre de la iglesia de Santa María del Azogue de Benavente.

La iglesia de Santa María del Azogue de Benavente (Zamora) se encuentra situada en el corazón de la ciudad. Fue declarada Monumento Nacional (B.I.C. en la legislación actual) el 4 de mayo de 1931. Su construcción data de la época de la repoblación de la villa, durante el reinado de Fernando II de León (1157-1188).
En su arquitectura son perceptibles varias influencias, sobre todo en relación con la cercanía de determinados edificios, tales como el monasterio cisterciense de Moreruela, la catedral de Zamora, la colegiata de Toro y el templo de San Isidoro de León. Pero también la catedral orensana se relaciona estrechamente con Santa María, tanto en la cabecera, como en algunos elementos decorativos de sus portadas.

La arquitectura
. Se trata de una iglesia de planta de cruz latina. El interior tiene tres naves de cuatro tramos, separados por pilares construidos en diversas fases. Presenta crucero muy saliente, lo que faculta que en el testero se dispongan cinco ábsides, de tamaño decreciente desde el central hacia los laterales, con ventanas abocinadas. El muro exterior contó con cuatro puertas, la del oeste o de los Apóstoles, la del norte, la del mediodía o del Cordero y una cuarta, también al mediodía, hoy incorporada al interior del templo, al abrirse en el siglo XVIII la capilla del Nazareno.
La fábrica es de sillares bien labrados, colocados a soga, de pizarra silícea en la cabecera y parte del crucero, similar a la que se empleó en el monasterio de Moreruela.
Interrumpidas las obras en el primer tercio del siglo XIII, estas no se retomaron hasta el último cuarto de esa centuria, durante el reinado de Sancho IV. A esta fase corresponden la parte alta del crucero y la torre, que se encuentra sobre el brazo norte, ya dentro del gótico inicial. En el interior se completaron los pilares que separan las naves. Aquí se empleó otra piedra distinta, más porosa, una toba caliza, fácilmente erosionable y menos apta para ser labrada y recibir decoración escultórica.
Una nueva fase constructiva tiene que ver con el mecenazgo de los Pimentel, condes de Benavente desde 1398. Las obras principales son del siglo XVI; en este tiempo se construyen las bóvedas de las naves central y laterales, de aristas decoradas con molduras, simulando nervios combados, lo que les da una sensación de bóvedas estrelladas. También se construyó la actual sacristía, paralela a la nave norte, cubierta con bóveda de cañón con arcos fajones que reposan en contrafuertes y en línea de imposta. La bóveda se cubre con finísimas yeserías, que arrancan de una imposta. La bóveda se refuerza con delgados arcos fajones, que arrancan de emblemas heráldicos sostenidos por niños desnudos, acompañados de grandes veneras invertidas. Los tres tramos se decoran con casetones oblicuos, que llevan pomos en los cruces y motivos platerescos. Tanto estas yeserías como las que cubren las naves recuerdan las obras de los Corral de Villalpando.
El templo recibió nuevas obras en el siglo XVIII. La más destacada, sin duda, fue la sustitución de la puerta de los Apóstoles por una nueva de traza barroca, fechada en 1735, de la que son autores los arquitectos Valentín Antonio de Mazarrasa y Juan Antonio Vélez. La construcción es de sillares de piedra caliza, procedentes de las canteras de Mota del Marqués. También se construyó durante esta centuria la capilla de Jesús Nazareno en el muro sur.

Restauraciones. Actualmente se están llevando a cabo dos importantes intervenciones de restauración en la iglesia de Santa María del Azogue: un proyecto de consolidación de la bóveda de la sacristía, a cargo de la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León y otro de restauración de la cabecera y crucero por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, con la colaboración de la parroquia y del Ayuntamiento de Benavente. Dos proyectos que se inscriben en una tradición restauradora desde la intervención de Alejandro Ferrant en los años 30 del siglo XX y que han experimentado un considerable impulso en los últimos 25 años.

Deterioro de la torre. Cuando finalicen las obras de restauración solo quedará por intervenir en la torre, una parte del templo, acaso la más llamativa del edificio.
En la actualidad la torre presenta grandes desperfectos: el muro, construido en piedra toba muy erosionable, presenta abundantes signos de deterioro. Restauraciones de hace décadas, poco afortunadas, situaron sillares de material y color diferentes en la parte superior de uno de los contrafuertes torreros, junto al reloj actual, que contrasta burdamente con la fábrica primitiva. En los años sesenta del pasado siglo, la torre recibió un chapitel, anclado con un entramado de hierro de varias toneladas que presiona la torre, al tiempo que distorsiona la imagen de la torre medieval. Asimismo, dado el material utilizado, pueden observarse deterioros en lugares como el arco ciego de la parte inferior – hacia el este- y en otros puntos de la fábrica.

En la Propuesta de Resolución los procuradores socialistas quieren que la Junta de Castilla y León intervenga en la torre de la iglesia, redactándose el proyecto de restauración en 2007, para ejecutarse en 2008.

Foto: Iglesia de Santa María del Azogue de Benavente.

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