Basílica de Marialba
LAS ZONAS EXCAVADAS POR ARQUEÓLOGOS ALEMANES ESTÁN DEVASTADAS
Las actuales prospecciones, que financia la Fundación del Patrimonio, han localizado cien enterramientos
Verónica Viñas
Diario de León
Verónica Viñas
Diario de León
El yacimiento arqueológico de Marialba de la Ribera oculta no sólo las ruinas de la mayor basílica paleocristiana de la Península, sino los secretos de una misteriosa excavación llevada a cabo en 1968 por un equipo alemán encabezado por Theodor Hauschild.
Han tenido que pasar 41 años para que los arqueólogos regresen a uno de los enclaves más enigmáticos. Y los primeros resultados son demoledores: las zonas que fueron excavadas por los alemanes están devastadas.
Lo cierto es que Theodor Hauschild llegó a Marialba, excavó, se fue y nunca mostró completamente los resultados de su investigación. Hay que tener en cuenta que en los años sesenta las escasas inversiones en Patrimonio eran exclusivamente para monumentos «en pie» y no «ruinas». Como ejemplo, el Plan Especial del Casco Histórico de León, que obliga a excavar en los solares en los que se pretenda edificar, es de 1991. Hasta esa fecha, prácticamente no había protección para los restos arqueológicos.
Fuentes de la Fundación del Patrimonio -”organismo que integran las seis cajas de ahorros de Castilla y León y la Junta-”, que sufraga las actuales excavaciones, aseguran que «las estructuras que fueron en su día excavadas muestran un estado de conservación bastante deficiente, con un deterioro importante».
Tal afirmación pone en tela de juicio las prospecciones realizadas por Hauschild, que sigue siendo un nombre legendario en el mundo de la arqueología. Hauschild, que actualmente tiene 80 años, es arquitecto por la Universidad de Berlín y un reconocido historiador del mundo romano y cristiano. El año pasado fue nombrado hijo adoptivo de Tarragona, por ser una de las personas que más ha investigado sobre el patrimonio romano de Tarraco.
El pasado mes de julio comenzó una magna excavación en el yacimiento -”no sólo en las zonas ya sondeadas por Hauschild-”, como una primera fase para la recuperación de la basílica de Marialba.
En este tiempo, los trabajos se han concentrado en las áreas exteriores de la basílica, aunque ya se han iniciado las prospecciones en el interior de la cabecera y estructuras de los pies (o nártex), únicos espacios del interior del monumento que hasta ahora se han intervenido. «En las áreas ya excavadas por el equipo alemán existen algunos puntos en los que su trabajo no concluyó íntegramente la estratigrafía y que dejaron sin excavar del todo, lo que se observa por ejemplo en el caso de alguno de los enterramientos que aparecen reflejados en sus planos y que no están excavados íntegramente».
Han tenido que pasar 41 años para que los arqueólogos regresen a uno de los enclaves más enigmáticos. Y los primeros resultados son demoledores: las zonas que fueron excavadas por los alemanes están devastadas.
Lo cierto es que Theodor Hauschild llegó a Marialba, excavó, se fue y nunca mostró completamente los resultados de su investigación. Hay que tener en cuenta que en los años sesenta las escasas inversiones en Patrimonio eran exclusivamente para monumentos «en pie» y no «ruinas». Como ejemplo, el Plan Especial del Casco Histórico de León, que obliga a excavar en los solares en los que se pretenda edificar, es de 1991. Hasta esa fecha, prácticamente no había protección para los restos arqueológicos.
Fuentes de la Fundación del Patrimonio -”organismo que integran las seis cajas de ahorros de Castilla y León y la Junta-”, que sufraga las actuales excavaciones, aseguran que «las estructuras que fueron en su día excavadas muestran un estado de conservación bastante deficiente, con un deterioro importante».
Tal afirmación pone en tela de juicio las prospecciones realizadas por Hauschild, que sigue siendo un nombre legendario en el mundo de la arqueología. Hauschild, que actualmente tiene 80 años, es arquitecto por la Universidad de Berlín y un reconocido historiador del mundo romano y cristiano. El año pasado fue nombrado hijo adoptivo de Tarragona, por ser una de las personas que más ha investigado sobre el patrimonio romano de Tarraco.
El pasado mes de julio comenzó una magna excavación en el yacimiento -”no sólo en las zonas ya sondeadas por Hauschild-”, como una primera fase para la recuperación de la basílica de Marialba.
En este tiempo, los trabajos se han concentrado en las áreas exteriores de la basílica, aunque ya se han iniciado las prospecciones en el interior de la cabecera y estructuras de los pies (o nártex), únicos espacios del interior del monumento que hasta ahora se han intervenido. «En las áreas ya excavadas por el equipo alemán existen algunos puntos en los que su trabajo no concluyó íntegramente la estratigrafía y que dejaron sin excavar del todo, lo que se observa por ejemplo en el caso de alguno de los enterramientos que aparecen reflejados en sus planos y que no están excavados íntegramente».
Los enterramientos
El equipo que excava en Marialba también ha está documentando los numerosos enterramientos que han localizado en el yacimiento, donde han localizado numerosas sepulturas infantiles, que parecen agruparse en determinados sectores; en concreto, en las fases más recientes de la basílica. Hasta el momento han aparecido un centenar de inhumaciones. Asimismo, han aparecido múltiples objetos que formaron parte del ajuar mortuorio. «Piezas de escaso valor, como es habitual en los cementerios medievales: alguna cuenta de collar en piedra o vidrio y adornos de bronce en muy corto número», según las mismas fuentes.
Los arqueólogos también han podido evidenciar que el exterior de la basílica tenía un suelo empedrado bastante tosco, quizá cubierto por otro de tierra que aparece sumamente deteriorado y perforado por los enterramientos posteriores. También les ha sorprendido «la fuerte potencia y profundidad que alcanza la cimentación del edificio».
Los arqueólogos también han podido evidenciar que el exterior de la basílica tenía un suelo empedrado bastante tosco, quizá cubierto por otro de tierra que aparece sumamente deteriorado y perforado por los enterramientos posteriores. También les ha sorprendido «la fuerte potencia y profundidad que alcanza la cimentación del edificio».
El baptisterio
Esta zona, según han podido comprobar los arqueólogos, ha sido reexcavada y el noroeste del edificio ha sido exhumado en su casi totalidad. En este mismo sector, «se han localizado y documentado algunos muros conservados muy parcialmente, correspondientes a ocupaciones medievales del área posteriores a la basílica, de utilidad indeterminada, quizá correspondientes a espacios anejos a iglesia medieval».
Hacia el exterior de la cabecera, espacio en el que no se excavó en su día, «el deterioro que ha sufrido el yacimiento a causa de labores de extracción de tierra en época contemporánea sólo ha permitido la conservación de los estratos más profundos de enterramientos».
Hacia el exterior de la cabecera, espacio en el que no se excavó en su día, «el deterioro que ha sufrido el yacimiento a causa de labores de extracción de tierra en época contemporánea sólo ha permitido la conservación de los estratos más profundos de enterramientos».
Foto: Vista general de la basílica de Marialba. Excavaciones del equipo alemán en 1968.
Etiquetas: Castilla y León, Noticias de prensa
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