Acueducto de Segovia

FUGAS DE AGUA EN UNA VIEJA TUBERÍA ROTA CAUSAN HUMEDADES

El Ayuntamiento acometerá obras de emergencia para evitar daños al monumento

I. J. Segovia

Foto: A. Tanarro

abc.es

La humedad en los muros y el agua deslizándose escaleras abajo por el Postigo es visible a simple vista. Pero ésta es una fuga en una tubería diferente a otras, motivo de mayor preocupación y que requiere una atención especial: está en los muros del Acueducto y es necesaria una intervención «urgente» para que no dañe al milenario monumento. La humedad ya «comienza» a afectarle, según la nota emitida por la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León tras la Comisión de Patrimonio, presidida por el delegado territorial, Javier López-Escobar, en la que se autorizaron los trabajos «de emergencia» para eliminar las fugas de agua en el entorno de este bien de interés cultural declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La actuación —que necesita autorización de Patrimonio dado su protección— fue requerida por el Ayuntamiento de la capital, que ejecutará los trabajos bajo el control arqueológico de los técnicos del Servicio Territorial de Cultura «para agilizar al máximo las obras».
Las fugas de agua se producen en una arteria de fibrocemento —material ya en desuso para las canalizaciones— de abastecimiento al recinto amurallado de Segovia que se encuentra «fracturada en varios puntos» debido a su «antigüedad», pues se calcula que fue instalada hace unos setenta años, en la década de los 40 del pasado siglo. A pesar de que se ha cerrado la llave de paso en ese tramo, el agua continúa manando por los muros de mampostería, las escaleras del Postigo y por el terreno hasta llegar a la Plaza del Azoguejo, donde el Acueducto alcanza su máxima altura y estampa más conocida y fotografiada cada año por miles de turistas.

Nuevo conducto
El proyecto para intentar acabar con las fugas de agua y las humedades, y evitar así que sigan afectando al Acueducto, contempla la construcción de una nueva arqueta con otra llave de corte que condene la vieja y rota tubería para eliminar el tramo fracturado. Posteriormente, se instalará un nuevo conducto que ofrezca el mismo servicio a los vecinos del casco histórico. La erosión por el agua, junto a la contaminación y la vegetación que crece entre sus sillares, ha sido el mayor enemigo de esta obra de ingeniería romana construida precisamente para llevar el líquido elemento desde la sierra de Guadarrama al centro de Segovia.