Hallazgos epigráficos en León
HALLADAS 25 LÁPIDAS ROMANAS EN LA MURALLA
El museo de la ciudad albergará las piezas, que podrían ser del siglo II
Elena Rodríguez
Elena Rodríguez
«Una verdadera sorpresa». Así calificó ayer la concejala de Cultura de León, Evelia Fernández, el hallazgo de 25 lápidas funerarias en uno de los cubos de la muralla de León capital, la última salió a la luz mientras la concejala y el director del proyecto, Melquíades Ranilla, informaban a los periodistas sobre la marcha de los trabajos de extracción que se iniciaron el pasado día 19. De momento, se han hallado 25 pero se calcula que este cubo de la muralla podría esconder en su interior hasta un centenar de lápidas romanas que, a falta de que finalicen los estudios, se cree que podrían datar del siglo II. Estos elementos funerarios están, en su mayoría, labrados sobre piedra caliza de Hontoria, probablemente de Burgos, y uno de ellos sobre granito, algunos conservan las policromías originales. Los elementos encontrados están en «buen estado» y formaban parte de la estructura interna del muro, según informó Melquíades Ranilla quien está al frente de un equipo multidisciplinar formado por arqueólogos, historiadores, geólogos, aparejadores, documentalistas y restauradores.
Las lápidas no se encuentran en el exterior de la muralla -como en el caso de Ávila o Mérida- sino que forman parte del muro desde el momento de su construcción. Según Ranilla, estos elementos se usaron en tres momentos durante la época romana, «primero formaron parte de algún edificio, eran los sillares con los que se levantaron los muros», después, una vez destruidos de estos edificios, los elementos pétreos se volvieron a usar como base para tallar lápidas y monumentos funerarios de un cementerio «probablemente próximo» y, finalmente, formaron parte de la muralla.
Una vez extraídas las lápidas, se clasifican y limpian para prepararlas para las tareas de documentación. En este proceso intervienen las nuevas tecnologías ya se que se llevan a cabo modelos virtuales de las piezas, una técnica que permite conocer su verdadera geometría y unir en el ordenador los diferentes fragmentos para llegar al elemento primitivo. Finalmente, será el Museo de León quien albergue estas piezas.
Las lápidas no se encuentran en el exterior de la muralla -como en el caso de Ávila o Mérida- sino que forman parte del muro desde el momento de su construcción. Según Ranilla, estos elementos se usaron en tres momentos durante la época romana, «primero formaron parte de algún edificio, eran los sillares con los que se levantaron los muros», después, una vez destruidos de estos edificios, los elementos pétreos se volvieron a usar como base para tallar lápidas y monumentos funerarios de un cementerio «probablemente próximo» y, finalmente, formaron parte de la muralla.
Una vez extraídas las lápidas, se clasifican y limpian para prepararlas para las tareas de documentación. En este proceso intervienen las nuevas tecnologías ya se que se llevan a cabo modelos virtuales de las piezas, una técnica que permite conocer su verdadera geometría y unir en el ordenador los diferentes fragmentos para llegar al elemento primitivo. Finalmente, será el Museo de León quien albergue estas piezas.
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