Humedades en Salamanca
LA HUMEDAD ESTRUCTURAL PUEDE PROVOCAR DAÑOS IRREVERSIBLES EN EL PATIRMONIO MONUMENTAL
Varias construcciones se encuentran amenazadas en la provincia de Salamanca
Entre ellas se encuentran las de Salamanca, como el fortín romano en La
Calzada de Béjar con la categoría de castillo; el monasterio de Nuestra Señora
de Gracia en San Martín del Castañar; el castillo en La Alberguería de Argañán;
el Castillo de Cerralbo; el Convento de Santa Marina la Seca en Sobradillo; la
granja agustina de La Flecha en Cabrerizos; la iglesia de San Martín de Tours,
la iglesia del Salvador en Rágama o el palacio de Juan de Toledo en Mancera de
Abajo. Todas son edificaciones de los siglos XII al XVIII y continúan
subsistiendo pero en estado lamentable de deterioro, abandono, de ruina
progresiva, con hundimientos, desprendimientos, en peligro de derrumbe y hasta
de pérdida total.
Junto al resto de Catedrales, monasterios, iglesias, alcazabas, ermitas,
basílicas, palacios, castillos, torres, murallas, teatros, museos y otras
edificaciones conservadas durante siglos en España, ven cómo el paso del tiempo
y la falta de un mantenimiento correcto, las deteriora sin remedio. Y no sólo a
éstas, sino a todas las obras de arte, esculturas, pinturas, joyas y demás
reliquias albergadas en su interior. Una de las causas más llamativa y dañina
para todo este conjunto artístico de construcciones y bienes de grandísimo
valor, son los problemas de humedad. Los efectos que ocasionan estética,
material y estructuralmente son devastadores y origen de incalculables pérdidas
económicas, además de patrimoniales.
Los tipos fundamentales de humedad estructural
La Capilaridad es el efecto que se produce por la entrada de agua contenida
en la tierra a través de los cimientos y que asciende por los materiales porosos
de construcción de muros y paredes hasta llegar al interior de cualquiera de las
estancias y habitaciones de viviendas y edificios. Esta situación puede provocar
que los revestimientos y mamposterías de las construcciones se oxiden, se
debiliten, que las paredes sufran desconchones y descascarilles en la pintura,
los yesos, la caída de revestimientos, poner en riesgo la instalación eléctrica
o causar putrefacción de suelos y muebles, sobre todo, de madera. Esta humedad
estructural es la patología más grave que puede tener una edificación, pues la
degradación continua de los materiales de construcción, a la larga puede hacer
perder estabilidad, seguridad y solidez a las construcciones hasta en un
50%.
Las filtraciones laterales, se producen por el paso lateral de la humedad
contenida en la tierra a los muros. Cuando las paredes de los edificios están en
contacto directo con el terreno, éste ejerce una gran presión contra ellas y
puede provocar que la humedad las atraviese y cause importantes daños en todas
las estancias situadas por debajo del nivel del suelo, como los sótanos, los
garajes o las bodegas. En este caso, ocurre lo mismo que con la capilaridad,
produciéndose un desgaste acelerado de los materiales de construcción y de las
juntas, lo que implica un peligro para la estructura del edificio.
Para poder solucionar cualquiera de estos problemas de humedades y evitar
así que afecten estructuralmente y a los bienes de su interior, es primordial
que sean analizados por profesionales. En este sentido, Arturo Posada, Director
de Murprotec en Castilla y León asegura: “Los problemas de humedad estructural
necesitan tratamientos específicos y adaptados a cada patología, de no ser así
no podrían solventarse con garantía y de forma definitiva. Por eso nosotros
buscamos el origen, diagnosticamos el tipo de humedad, sus causas, sus efectos y
adecuamos nuestros servicios con los tratamientos y productos
necesarios”.
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