Castro de la Loma
CARTA DEL ARQUEÓLOGO DE LAS EXCAVACIONES A LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN
Con motivo de una reciente interpelación parlamentaria en las Cortes de Castilla-León en la que se preguntaba a los actuales responsables de la Consejería de Cultura de la Junta sobre el castro y los campamentos romanos del asedio de La Loma (Santibáñez de la Peña, Palencia) y el porqué todavía no se habían declarado Bien de Interés Cultural pese a su importancia, los representantes de dicha consejería han respondido que faltaba la memoria científica que al parecer tengo que entregar como director de las excavaciones. Sobre dicha afirmación he de puntualizar lo siguiente:
1-Difícilmente puedo ser el responsable del retraso porque la declaración de Bien de Interés Cultural no depende en absoluto de la entrega de ninguna memoria científica sino de un trabajo de delimitación de los yacimientos y del perímetro de protección que se les asigne con las correspondientes coordenadas. Por otra parte, la Junta dispone de mis detallados informes anuales de excavaciones y no puede aducir desconocimiento sobre la importancia de los enclaves en cuestión.
2-El que suscribe fue el que solicitó hace dos años de acuerdo con la propia Junta la declaración BIC para los yacimientos e inicié ese trabajo de delimitación de forma altruista y gratuita hasta que decidí interrumpirlo por los problemas que se me plantearon por el retraso de la Junta en el pago de mi última campaña de excavaciones en el 2007 (yo había adelantado con un crédito personal de 12.000 euros los fondos necesarios para poder llevar adelante la excavación).
3-Cuando la Junta finalmente abonó esa cantidad (enero del 2008), a los pocos días (principios de febrero del 2008) se produjo un hecho absolutamente impresentable que me ha impedido rematar mis trabajos de inventario e investigación de los materiales, requisito sin el que no es posible redactar memoria científica alguna: Los materiales de la excavación se estaban procesando en el Taller de Restauración en Seco del Museo Marítimo del Cantábrico de Santander. Se contaba para ello con el pertinente permiso del director de dicho museo y la Junta estaba informada de que allí se estaba trabajando con los materiales antes de su depósito definitivo en el Museo Arqueológico de Palencia. Pues bien, el Director de Cultura del Gobierno de Cantabria (Justo Barreda Cueto, del Partido Regionalista de Cantabria), en una actuación prepotente y carente de la mas elemental legitimidad, me arrebató los materiales y me impidió seguir trabajando en el Museo Marítimo del Cantábrico con los miembros de mi equipo. No entro a detallar los malos modos y la impresentable y ridícula actuación de los responsables de la Consejería de Cultura de Cantabria (el mencionado Director de Cultura y Carmen Quintanal, Jefa de Servicios de Centros Culturales), que sólo buscaban poder atacar con este asunto al director del museo, D. Jose Luis Casado Soto, persona de reconocido prestigio científico y personal.
4-Conociendo la Consejería de Cultura de Castilla-León estos hechos, se inhibió de todo ello y no hizo nada. Permitió que otra administración autonómica carente de ninguna titularidad sobre los materiales arqueológicos de un proyecto científico financiado por la Junta de Castilla-León y la Diputación de Palencia hayan permanecido secuestrados, sin posibilidad de estudio y sin proceso de restauración alguno durante año y medio (todavía siguen retenidos en el Museo Marítimo del Cantábrico).
5-Después de siete meses de paralización de mis trabajos y ante la inoperancia de la Junta de Castilla y León en defensa de sus propios intereses, denuncié ante los tribunales de Santander al Director de Cultura de Cantabria (Justo Barreda Cueto) por apropiación indebida y reclamé la devolución de los materiales arqueológicos de Santibáñez de la Peña. He de recordar a este respecto que, de acuerdo a la Ley de Patrimonio de Castilla-León y al Reglamento de Actuaciones Arqueológicas, el responsable de la custodia y entrega de los materiales en el museo al que correspondan es el director de las excavaciones, en este caso yo.
6-Es en este momento cuando por fín los responsables de la Junta actúan: El Director General de Patrimonio Cultural (Enrique Saíz Martín) da orden de buscar algo de qué acusarme para acudir en socorro de su desesperado colega cántabro. Lo encontraron: Todos los años tengo que enviar la solicitud de depósito temporal de los materiales para su estudio. Pues bien, el último año, a causa del problema del pago de mi excavación hube de mandar una serie de documentación directamente a Valladolid en vez de hacerlo como es habitual a través de la Delegación Territorial de Palencia. Entre toda esa documentación iba la solicitud de depósito de materiales que ahora aseguran que no mandé. Es decir, que esta leve y ridícula falta administrativa ha sido utilizada para intentar justificar a posteriori la injustificable actuación del Director de Cultura de Cantabria.
7-Es preciso recordar que el secuestro de los materiales se produjo a un mes de terminada mi última campaña de excavación y que a ningún otro arqueólogo se le ha aplicado de forma tan rigurosa y malintencionada la normativa de entrega de materiales. Uno de los múltiples ejemplos que pueden aducirse: En Herrera de Pisuerga (Palencia) se lleva excavando desde hace más de 25 años y nadie ha reclamado a los responsables de esa excavación la entrega de materiales o la correspondiente memoria científica.
8- El Director de Cultura de Cantabria, buscando una salida autojustificatoria, me acusó de tener escondidos en el Museo Marítimo materiales de muchos yacimientos de Castilla y de Cantabria. La Junta mandó a Santander al Jefe de la Sección de Inspección (Jose Javier Fernández Moreno) para verificar dicho extremo, pero no parece que se molestase mucho en comprobar que el contenido de las cajas era exclusivamente de La Loma porque recibí un escrito firmado por la Jefa del Servicio de Ordenación y Protección (Silvia Escuredo Hogan) donde se me pedían explicaciones. La estúpida acusación se debía a que las cajas donde se guardaban los materiales de Santibáñez de la Peña han pasado por todas mis excavaciones y algunas todavía llevan rótulos de los yacimientos arqueológicos por mí descubiertos y excavados con los pertinentes permisos a lo largo de mi vida de arqueólogo, tanto en Castilla como en Cantabria (Los materiales de esas otras excavaciones hace años que están entregados en el desaparecido museo de Santander y en los de Palencia y Burgos).
Para presionarme, Jose Javier Fernández Moreno (el Jefe de la Sección de Inspección) me llamó a mi teléfono personal en tono amenazador advirtiéndome con la posibilidad de expedientarme por todo lo anterior, en vez de comunicarme lo que procediese por el conducto reglamentario mediante un escrito oficial firmado.
8-El Director General de Patrimonio Cultural de la Junta (Enrique Saíz Martín) hizo que se enviase un escrito para que lo presentase en el Juzgado de Santander su colega Justo Barreda, imputado por los hechos relatados. El escrito estaba firmado por Jose Javier Fernández Moreno (Jefe de la Sección de Inspección). En él se afirmaba que yo he incumplido mis compromisos con la Junta y que ambas administraciones autonómicas han acordado la entrega de los materiales (sin inventario, sin estudio y sin contar con el director de las excavaciones). A causa de este escrito el Juzgado de Santander archivó la denuncia (cuestión que ha sido recurrida por mi abogado y que sigue su curso porque se han vulnerado mis derechos a la propiedad intelectual del estudio de los materiales por mí descubiertos y aportados a Castilla-León).
9-Lo único que jamás les ha preocupado en todo este esperpéntico asunto a los responsables de ambas administraciones autonómicas es la protección del patrimonio o los intereses de Castilla y León o del proyecto científico. Sólo han buscado salvar al causante de todo el problema: Justo Barreda Cueto, Director de Cultura de Cantabria. Por ello, los únicos responsables de que no haya memoria científica son los actuales representantes de ambas Consejerías de Cultura, en especial el Director de Cultura de Cantabria y su salvador, el Director General de Patrimonio Cultural de la Junta con sus subalternos. El que los yacimientos del asedio de La Loma no sean todavía BIC se debe exclusivamente a la ineptitud y a la dejadez de los actuales representantes de la Junta, que en todo este asunto flaco servicio le han hecho a la cultura y al patrimonio de Castilla-León.
Aclarar finalmente que la memoria científica final que la Junta pretende que les escriba, impidiéndome al tiempo el acceso a los materiales, se supone que he de hacerlo gratis y sin que paguen siquiera los múltiples gastos que implica (fechaciones de carbono 14, análisis de fauna en laboratorio, dibujo de los materiales, etc.).
Firmo este escrito en Santander a 27 de Junio del 2009, consciente de las represalias que se me avecinan desde ambas administraciones autonómicas y de que nunca más me permitirán volver a dirigir unas excavaciones arqueológicas en los yacimientos por mí aportados a la ciencia quienes nada han descubierto o aportado a sus respectivas comunidades autonómicas.
* Doctor en Protohistoria y Arqueología
Presidente del Instituto de Estudios Prerromanos y de la Antigüedad
Director del Proyecto Guerras Cántabras
DNI/ 13719986
1-Difícilmente puedo ser el responsable del retraso porque la declaración de Bien de Interés Cultural no depende en absoluto de la entrega de ninguna memoria científica sino de un trabajo de delimitación de los yacimientos y del perímetro de protección que se les asigne con las correspondientes coordenadas. Por otra parte, la Junta dispone de mis detallados informes anuales de excavaciones y no puede aducir desconocimiento sobre la importancia de los enclaves en cuestión.
2-El que suscribe fue el que solicitó hace dos años de acuerdo con la propia Junta la declaración BIC para los yacimientos e inicié ese trabajo de delimitación de forma altruista y gratuita hasta que decidí interrumpirlo por los problemas que se me plantearon por el retraso de la Junta en el pago de mi última campaña de excavaciones en el 2007 (yo había adelantado con un crédito personal de 12.000 euros los fondos necesarios para poder llevar adelante la excavación).
3-Cuando la Junta finalmente abonó esa cantidad (enero del 2008), a los pocos días (principios de febrero del 2008) se produjo un hecho absolutamente impresentable que me ha impedido rematar mis trabajos de inventario e investigación de los materiales, requisito sin el que no es posible redactar memoria científica alguna: Los materiales de la excavación se estaban procesando en el Taller de Restauración en Seco del Museo Marítimo del Cantábrico de Santander. Se contaba para ello con el pertinente permiso del director de dicho museo y la Junta estaba informada de que allí se estaba trabajando con los materiales antes de su depósito definitivo en el Museo Arqueológico de Palencia. Pues bien, el Director de Cultura del Gobierno de Cantabria (Justo Barreda Cueto, del Partido Regionalista de Cantabria), en una actuación prepotente y carente de la mas elemental legitimidad, me arrebató los materiales y me impidió seguir trabajando en el Museo Marítimo del Cantábrico con los miembros de mi equipo. No entro a detallar los malos modos y la impresentable y ridícula actuación de los responsables de la Consejería de Cultura de Cantabria (el mencionado Director de Cultura y Carmen Quintanal, Jefa de Servicios de Centros Culturales), que sólo buscaban poder atacar con este asunto al director del museo, D. Jose Luis Casado Soto, persona de reconocido prestigio científico y personal.
4-Conociendo la Consejería de Cultura de Castilla-León estos hechos, se inhibió de todo ello y no hizo nada. Permitió que otra administración autonómica carente de ninguna titularidad sobre los materiales arqueológicos de un proyecto científico financiado por la Junta de Castilla-León y la Diputación de Palencia hayan permanecido secuestrados, sin posibilidad de estudio y sin proceso de restauración alguno durante año y medio (todavía siguen retenidos en el Museo Marítimo del Cantábrico).
5-Después de siete meses de paralización de mis trabajos y ante la inoperancia de la Junta de Castilla y León en defensa de sus propios intereses, denuncié ante los tribunales de Santander al Director de Cultura de Cantabria (Justo Barreda Cueto) por apropiación indebida y reclamé la devolución de los materiales arqueológicos de Santibáñez de la Peña. He de recordar a este respecto que, de acuerdo a la Ley de Patrimonio de Castilla-León y al Reglamento de Actuaciones Arqueológicas, el responsable de la custodia y entrega de los materiales en el museo al que correspondan es el director de las excavaciones, en este caso yo.
6-Es en este momento cuando por fín los responsables de la Junta actúan: El Director General de Patrimonio Cultural (Enrique Saíz Martín) da orden de buscar algo de qué acusarme para acudir en socorro de su desesperado colega cántabro. Lo encontraron: Todos los años tengo que enviar la solicitud de depósito temporal de los materiales para su estudio. Pues bien, el último año, a causa del problema del pago de mi excavación hube de mandar una serie de documentación directamente a Valladolid en vez de hacerlo como es habitual a través de la Delegación Territorial de Palencia. Entre toda esa documentación iba la solicitud de depósito de materiales que ahora aseguran que no mandé. Es decir, que esta leve y ridícula falta administrativa ha sido utilizada para intentar justificar a posteriori la injustificable actuación del Director de Cultura de Cantabria.
7-Es preciso recordar que el secuestro de los materiales se produjo a un mes de terminada mi última campaña de excavación y que a ningún otro arqueólogo se le ha aplicado de forma tan rigurosa y malintencionada la normativa de entrega de materiales. Uno de los múltiples ejemplos que pueden aducirse: En Herrera de Pisuerga (Palencia) se lleva excavando desde hace más de 25 años y nadie ha reclamado a los responsables de esa excavación la entrega de materiales o la correspondiente memoria científica.
8- El Director de Cultura de Cantabria, buscando una salida autojustificatoria, me acusó de tener escondidos en el Museo Marítimo materiales de muchos yacimientos de Castilla y de Cantabria. La Junta mandó a Santander al Jefe de la Sección de Inspección (Jose Javier Fernández Moreno) para verificar dicho extremo, pero no parece que se molestase mucho en comprobar que el contenido de las cajas era exclusivamente de La Loma porque recibí un escrito firmado por la Jefa del Servicio de Ordenación y Protección (Silvia Escuredo Hogan) donde se me pedían explicaciones. La estúpida acusación se debía a que las cajas donde se guardaban los materiales de Santibáñez de la Peña han pasado por todas mis excavaciones y algunas todavía llevan rótulos de los yacimientos arqueológicos por mí descubiertos y excavados con los pertinentes permisos a lo largo de mi vida de arqueólogo, tanto en Castilla como en Cantabria (Los materiales de esas otras excavaciones hace años que están entregados en el desaparecido museo de Santander y en los de Palencia y Burgos).
Para presionarme, Jose Javier Fernández Moreno (el Jefe de la Sección de Inspección) me llamó a mi teléfono personal en tono amenazador advirtiéndome con la posibilidad de expedientarme por todo lo anterior, en vez de comunicarme lo que procediese por el conducto reglamentario mediante un escrito oficial firmado.
8-El Director General de Patrimonio Cultural de la Junta (Enrique Saíz Martín) hizo que se enviase un escrito para que lo presentase en el Juzgado de Santander su colega Justo Barreda, imputado por los hechos relatados. El escrito estaba firmado por Jose Javier Fernández Moreno (Jefe de la Sección de Inspección). En él se afirmaba que yo he incumplido mis compromisos con la Junta y que ambas administraciones autonómicas han acordado la entrega de los materiales (sin inventario, sin estudio y sin contar con el director de las excavaciones). A causa de este escrito el Juzgado de Santander archivó la denuncia (cuestión que ha sido recurrida por mi abogado y que sigue su curso porque se han vulnerado mis derechos a la propiedad intelectual del estudio de los materiales por mí descubiertos y aportados a Castilla-León).
9-Lo único que jamás les ha preocupado en todo este esperpéntico asunto a los responsables de ambas administraciones autonómicas es la protección del patrimonio o los intereses de Castilla y León o del proyecto científico. Sólo han buscado salvar al causante de todo el problema: Justo Barreda Cueto, Director de Cultura de Cantabria. Por ello, los únicos responsables de que no haya memoria científica son los actuales representantes de ambas Consejerías de Cultura, en especial el Director de Cultura de Cantabria y su salvador, el Director General de Patrimonio Cultural de la Junta con sus subalternos. El que los yacimientos del asedio de La Loma no sean todavía BIC se debe exclusivamente a la ineptitud y a la dejadez de los actuales representantes de la Junta, que en todo este asunto flaco servicio le han hecho a la cultura y al patrimonio de Castilla-León.
Aclarar finalmente que la memoria científica final que la Junta pretende que les escriba, impidiéndome al tiempo el acceso a los materiales, se supone que he de hacerlo gratis y sin que paguen siquiera los múltiples gastos que implica (fechaciones de carbono 14, análisis de fauna en laboratorio, dibujo de los materiales, etc.).
Firmo este escrito en Santander a 27 de Junio del 2009, consciente de las represalias que se me avecinan desde ambas administraciones autonómicas y de que nunca más me permitirán volver a dirigir unas excavaciones arqueológicas en los yacimientos por mí aportados a la ciencia quienes nada han descubierto o aportado a sus respectivas comunidades autonómicas.
* Doctor en Protohistoria y Arqueología
Presidente del Instituto de Estudios Prerromanos y de la Antigüedad
Director del Proyecto Guerras Cántabras
DNI/ 13719986
Etiquetas: Arqueología, Palencia
3 comentarios:
A las 25 de julio de 2009, 10:59:00 WEST , Davidviso ha dicho...
Madre mía. Sin palabras se queda uno tras leer tal sucesión de hechos estrafalarios, rastreros e impresentables. Tras todo esto sólo lamentar el irremediable hecho de que Eduardo Peralta, investigador irrepochable en lo académico, no pueda continuar con sus interesantísimos trabajos, que tanto han aportado al conocimiento arqueológico de la conquista romana del Norte peninsular.
A las 25 de julio de 2009, 13:27:00 WEST , Unknown ha dicho...
¿Quién protege a los arqueólogos que se enfrentan a la inoperancia, al caciquismo y a la arbitrariedad de la Administración? En estos casos se debería intentar que la noticia llegara a la prensa para mayor el escarnio público, que es donde duele.
¡¡Igualdad de condiciones para todos los Proyectos!! ¡Basta de favoritismos por cuestiones de ideología, de rango o de amistad!
A las 25 de julio de 2009, 13:27:00 WEST , Unknown ha dicho...
¿Quién protege a los arqueólogos que se enfrentan a la inoperancia, al caciquismo y a la arbitrariedad de la Administración? En estos casos se debería intentar que la noticia llegara a la prensa para mayor el escarnio público, que es donde duele.
¡¡Igualdad de condiciones para todos los Proyectos!! ¡Basta de favoritismos por cuestiones de ideología, de rango o de amistad!
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