Adquisiciones para Museos
LA JUNTA COMPRÓ UNA CRUZ PARA LEÓN HACE DIEZ MESES Y NO HA IDO A POR ELLA
La valiosa pieza, del siglo XVI, espera en una sala de subastas madrileña después de que en diciembre pasado fuera adquirida, por 5.500 euros, para el Museo de León
Diario de León
Fue la asociación leonesa Promonumenta la que había dado la voz de alarma, hallando la pista de una valiosa cruz de plata leonesa que llevaba décadas ilocalizada y que reapareció, en diciembre del año pasado, en la sala madrileña Fernando Durán, donde iba a ser subastada de forma inminente.
Una vez puesto en conocimiento de la administración autonómica, se iniciaron los trámites pertinentes para que la Junta de Castilla y León -”a través del Ministerio de Cultura español-” pujara por la pieza y finalmente la adquiriera, a mediados del citado mes de diciembre.
Hecho lo más difícil, se espera por lo más fácil. Desde la sala de subastas Fernando Durán se ha comunicado a este periódico que la cruz «sigue aquí, a la espera de que vengan por ella». El pago se ha efectuado, según fuentes de la sala, pero sencillamente nadie ha acudido todavía a recoger la pieza, y eso que la compra tuvo lugar hace ya diez meses. Desde la Consejería de Cultura se ha comunicado, simplemente, que están «estudiando el asunto». La cruz salió a subasta por 4.500 euros y fue comprada por el Ministerio de Cultura, ejerciendo el derecho de tanteo en nombre de la Junta, por 5.500 euros.
La pieza, elaborada en plata española, posee marcas de la ciudad de León y está atribuida al taller de los maestros Ríos y Juan de Ferreras, y fechada entre los siglos XVI y XVII. La sala madrileña también indicaba en su día, que, «en cuanto a su morfología, presenta cruz latina de brazos rectos, recubierta de una rica decoración a base de querubines, cueros recortados grabados, polilóbulos y flores sobre fondo matizado».
La descripción del catálogo de Fernando Durán continuaba detallando que, en el anverso, aparece «Cristo crucificado de tres clavos en el cuadrón de la cruz, sobre la Jerusalén Celeste grabada y la placa de Inri». También están representados la Virgen y los cuatro evangelistas. Como concluía la información del catálogo, «en definitiva, es una cruz de gran calidad técnica y artística». El responsable de patrimonio de la Diócesis de León, Máximo Gómez Rascón, opinaba que la cruz, como tantos otros objetos de arte, podía haber «desaparecido» hace como mínimo quince años, que es cuando comenzaron a inventariarse los bienes de la diócesis legionense. Una idea que también era compartida por el propio Ministerio de Cultura.
La pista sobre la subasta de esta pieza de arte sacro la había proporcionado un lector del Diario de León, quien lamentaba el expolio al que se ha visto sometido el patrimonio leonés a lo largo de los siglos, con multitud de obras repartidas por todo el mundo.
Fue la asociación leonesa Promonumenta la que había dado la voz de alarma, hallando la pista de una valiosa cruz de plata leonesa que llevaba décadas ilocalizada y que reapareció, en diciembre del año pasado, en la sala madrileña Fernando Durán, donde iba a ser subastada de forma inminente.
Una vez puesto en conocimiento de la administración autonómica, se iniciaron los trámites pertinentes para que la Junta de Castilla y León -”a través del Ministerio de Cultura español-” pujara por la pieza y finalmente la adquiriera, a mediados del citado mes de diciembre.
Hecho lo más difícil, se espera por lo más fácil. Desde la sala de subastas Fernando Durán se ha comunicado a este periódico que la cruz «sigue aquí, a la espera de que vengan por ella». El pago se ha efectuado, según fuentes de la sala, pero sencillamente nadie ha acudido todavía a recoger la pieza, y eso que la compra tuvo lugar hace ya diez meses. Desde la Consejería de Cultura se ha comunicado, simplemente, que están «estudiando el asunto». La cruz salió a subasta por 4.500 euros y fue comprada por el Ministerio de Cultura, ejerciendo el derecho de tanteo en nombre de la Junta, por 5.500 euros.
La pieza, elaborada en plata española, posee marcas de la ciudad de León y está atribuida al taller de los maestros Ríos y Juan de Ferreras, y fechada entre los siglos XVI y XVII. La sala madrileña también indicaba en su día, que, «en cuanto a su morfología, presenta cruz latina de brazos rectos, recubierta de una rica decoración a base de querubines, cueros recortados grabados, polilóbulos y flores sobre fondo matizado».
La descripción del catálogo de Fernando Durán continuaba detallando que, en el anverso, aparece «Cristo crucificado de tres clavos en el cuadrón de la cruz, sobre la Jerusalén Celeste grabada y la placa de Inri». También están representados la Virgen y los cuatro evangelistas. Como concluía la información del catálogo, «en definitiva, es una cruz de gran calidad técnica y artística». El responsable de patrimonio de la Diócesis de León, Máximo Gómez Rascón, opinaba que la cruz, como tantos otros objetos de arte, podía haber «desaparecido» hace como mínimo quince años, que es cuando comenzaron a inventariarse los bienes de la diócesis legionense. Una idea que también era compartida por el propio Ministerio de Cultura.
La pista sobre la subasta de esta pieza de arte sacro la había proporcionado un lector del Diario de León, quien lamentaba el expolio al que se ha visto sometido el patrimonio leonés a lo largo de los siglos, con multitud de obras repartidas por todo el mundo.
Foto: Museo de León.
Etiquetas: León, Museos, Noticias de prensa
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio