Monte Cildá

LAS HUELLAS BORRADAS DEL TIEMPO

El estado de abandono ha provocado la inclusión del yacimiento en la lista roja de Hispania Nostra.

El Norte de Castilla

La procuradora del PSOE por Palencia María Luz Martínez Seijo solicitará hoy en la Comisión de Cultura de las Cortes de Castilla y León la puesta en valor y especial protección del yacimiento arqueológico de Monte Cildá, situado junto a la localidad palentina de Olleros de Pisuerga.
El yacimiento de Monte Cildá se localiza en una meseta rocosa que destaca sobre el entorno, siendo esta privilegiada situación defensiva uno de los factores que explican la ocupación de este enclave desde la temprana romanidad.
Martínez Seijo señala en su proposición no de ley que el yacimiento de Monte Cildá existe desde el siglo III antes de Cristo como importante poblado indígena cántabro, siendo destruido por la invasión romana durante las guerras cántabras. Posteriormente, prosiguió la ocupación en los siglos I y II de nuestra era durante la invasión germánica, tras lo que resurgió su uso militar.
Las primeras excavaciones arqueológicas ejecutadas en el yacimiento se realizaron en el año 1891 por Romualdo Moro, capataz del Marqués de Comillas, aunque se ejecutaron sin ningún interés científico: solamente se pretendía hallar antigüedades.
Posteriormente, se realizaron excavaciones arqueológicas durante la campaña 1963-1965, que continuaron en el período de 1966 a 1969. La mayor parte del castro se halla aún por explorar. Aún así, la epigrafía encontrada en Monte Cildá es la más numerosa de las encontradas en toda la zona.
La procuradora también recuerda que Monte Cildá fue declarado bien de interés cultural en 1993, por lo que goza del máximo nivel de protección que la Ley de Patrimonio de Castilla y León otorga. «Sin embargo, se encuentra en un estado de abandono y desprotección que están fomentando su deterioro y expolio, situación que ha conllevado su inclusión, junto con otros 21 monumentos de la provincia de Palencia, en la lista roja del patrimonio elaborada por Hispania Nostra», señala Seijo, que considera que las Cortes deben de instar a la Junta para que tome medidas para la puesta en valor del yacimiento.