Santiago de Peñaba

DESPUÉS DE TREINTA AÑOS, LA JUNTA REACTIVA EL EXPEDIENTE BIC

Abierto el plazo de información pública

Después de las continúas críticas sobre el olvido de expedientes BIC, la Junta de Castilla y León parece que ha decidido reactiviar algunos expedientes que tenía olvidados. Es el caso, del de Peñalba de Santiago, que fue incoado el 6 de agosto de 1976. Treinta y un años pues de tramitiación o, mejor dicho, de paralización. Ahora, tras tres décadas de olvido, desde la Dirección General de Patrimonio de la Junta, se ha acordado conceder la apertura de un período de información pública, a fin de que en el plazo de un mes cualquier persona pueda alegar cuanto estime conveniente en orden a la declaración que se pretende.
El expediente en cuestión estará de manifiesto de 9 a 14 horas en el Servicio de Protección del Patrimonio Histórico, Palacio del Licenciado Butrón, Plaza de Santa Brígida, s/n. 47003-Valladolid.

CONJUNTO ETNOLÓGICO PEÑALBA DE SANTIAGO

DESCRIPCIÓN: Peñalba de Santiago, se encuentra a 24 Km. de Ponferrada, en la cuna del Oza, en el corazón de la Tebaida leonesa. En medio de un grandioso paisaje, a la sombra del blanco peñasco que da nombre al pueblo, y en torno a su iglesia, joya mozárabe declarada Monumento Nacional en junio de 1931, que en la transición de los siglos IX y X, conoció el resurgir de la vida eremítica, de la mano de San Genadio, obispo de Astorga, se encuentra este excepcional conjunto de arquitectura popular, cuyos tejados de lajas de pizarra se integran en el paisaje, conformando un conjunto de gran relevancia, en el que confluyen junto a los valores naturales, un alto interés etnológico, arquitectónico e histórico.
La arquitectura de este conjunto, se caracteriza por la utilización de materiales autóctonos, como la piedra, la pizarra sin labrar y la madera de roble, castaño o nogal. Las casas presentan generalmente planta rectangular o cuadrada, pudiéndose observar en alguna de ellas, las esquinas redondeadas, como evolución de las viviendas circulares propias de los poblamientos castreños.
Normalmente tienen dos plantas, separadas por un piso de madera de anchos tablones no muy ajustados, que permiten aprovechar en la vivienda situada en la segunda planta, el calor que proporciona el ganado situado en la inferior. Una escalera exterior, construida con grandes losas de piedra pizarrosa, o con peldaños de madera, permite el acceso a la planta superior.
El centro de la vida familiar, se desarrolla en la cocina alrededor de un hogar bajo con chimenea acampanada para recoger los humos y un horno para cocer el pan.
Otro de los elementos que caracterizan el conjunto, son las solanas o corredores a la altura de la segunda planta, siempre de madera y en voladizo, sustentadas por prolongaciones de las vigas del forjado que soporta la vivienda, aunque si el vuelo es excesivo, ésta sustentación se refuerza con pies derechos que arrancan desde el suelo.
Estas solanas se cubren en su superficie con tablones para resguardo del viento y del frío. El tejado de la casa, se prolonga siempre sobre la solana de forma que ésta queda a cubierto, apoyándose sobre pies derechos que arrancan desde las vigas que soportan al corredor.
La cubierta es de pizarra, generalmente a dos pendientes enlazadas en una típica cumbrera de losas salientes sujetas mediante unas muescas, entrelazadas a modo de dedos.
Las chimeneas de base cuadrangular presentan forma de pirámide truncada, y están construidas en barro cubierto por pizarras. Una losa horizontal sujeto por una gran piedra, sirve para cubrir el orificio de salida.
MOTIVACIÓN: Se define como zona afectada por la declaración, el ámbito espacial necesario para encauzar jurídica y materialmente la protección del conjunto, instrumento idóneo de preservación de la valiosa relación existente entre el conjunto y el medio físico en que éste se enclava.