El patrimonio de Castilla y León

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miércoles, 14 de noviembre de 2007

La destitución de José Navarro Talegón (10)

TALEGÓN REMITIÓ HACE UN AÑO UNA CARTA A HERRERA EN LA QUE DENUNCIABA LA FALTA DE APOYO A "LEGADOS"
El ex comisionado de Patrimonio, que achaca su cese a discrepancias con la Dirección General, planteó ante el presidente de la Junta la falta de colaboración de la Consejería

M. Barrio
La Opinión de Zamora, 14 noviembre 2007

José Navarro Talegón acepta como «normal» la renovación de cargos en el seno de la Comisión de Patrimonio y en este contexto dice estar «encantado de ser sustituido y, además, por un gran profesional» como Luis Vasallo, pero rechaza tajantemente que su destitución como comisionado se pueda enmarcar en la «normalidad» como ha dicho el delegado territorial, Alberto de Castro. Muy al contrario, considera que su destitución «ha estado determinada por discrepancias con la Dirección General de Patrimonio», las cuales, como asegura, «se han basado siempre en la defensa de los intereses del patrimonio de Toro y Zamora» y han tenido que ver, en todo momento, con su «insatisfacción» con las inversiones hechas por la Junta de Castilla y León y con las ayudas recibidas «sobre todo en comparación» con otras provincias, y que quedaron especialmente puestas de manifiesto a partir de la exposición Legados. De estas disensiones, así como de la «moderación» de lo solicitado por el ex comisionado para resarcir a la provincia de este trato, dan cuenta algunos documentos a los que ha tenido acceso este diario, como la carta remitida por José Navarro al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, justamente hace uno año y tan solo una semana antes de ser clausurada la muestra de arte sacro.
Antes de exponer al presidente «datos globales» sobre la labor desarrollada en torno a la exposición y «la magnitud del esfuerzo realizado» para conseguir los tres objetivos planteados: «la salvaguarda del patrimonio toresano, su divulgación y la obtención de las rentabilidades consiguientes para la ciudad», Navarro deja claro que con ella «no se han hecho alardes efímeros de ostentación, de los que se suelen prodigar financiados alegremente con fondos públicos, sino una exposición inusual de la que permanecerá lo esencial después de la clausura». Tras ello informa a Herrera de que la exposición, «que carece de precedentes equiparables en esta provincia» y no cree que los tenga en la Comunidad Autónoma, «no ha merecido ni la más mínima atención de la consejera que se dice de Cultura y Turismo (por entonces Silvia Clemente), que no ha aportado un solo euro a los trabajos previos de restauración, ni para la realización de la muestra, ni para su mantenimiento y difusión», añadiendo que «ninguno de los altos cargos» de la Junta «se ha hecho eco» de la muestra. Dice Navarro en la misiva que la «respuesta» de la Consejería es «desajustada e impropia de quienes desempeñan altos cometidos, cuya única razón de ser estriba en el fomento del bien público». Y añade que, «tan desconsiderado proceder, que está causando daños muy graves a esta ciudad, deriva de la enemistad personal que mantienen la consejera de Cultura y el alcalde de Toro, archicomentada en círculos próximos a una y a otro». Prosigue poniendo de relieve sus quejas señalando que «lejos de rectificar» «se le sigue a Toro negando obtusamente el pan y la sal desde la misma Consejería», en alusión a los presupuestos de 2007.

Así las cosas, informa al presidente que es la Fundación González Allende la que tiene que hacerse cargo de las inversiones para sacar adelante una muestra cuyos resultados han sido elogiados sin paliativos. Le explica en este contexto de datos económicos que avalan sus argumentos que pocos días antes de estar anunciada su inauguración, y con el fin de que la Fundación pueda continuar con el trabajo, el Ayuntamiento tiene que trasferirle 60.000 euros, puesto que la Junta, pese al convenio suscrito el año anterior en el marco del cual se recogía esta concesión, no la había hecho efectiva, como así le asegura Navarro a Herrera que le había «confesado» después el alcalde de Toro, Jesús Sedano. Le comunica, además, que por las mismas fechas es informado oficialmente de que la consejera de Cultura tramita el abono «inmediato» de una subvención de 150.000 euros, dato que le corroboran otros cargos. Navarro cuenta al presidente que con este compromiso se lanza a «una carrera frenética» para organizar el evento cultural, «casi solo, sin apenas recursos, empeñando mi palabra en que esta Fundación garantizaría los pagos a los distintos proveedores y profesionales, que se negaban a trabajar o a servir materiales a un proyecto del Ayuntamiento de Toro por temor a no cobrar». Afirma después que «la denegación» de la ayuda de 60.000 euros, «la palabra dada» y «la falta de liquidez de la Fundación» le fuerzan a efectuar pagos con sus «ahorros» , poniéndole «en una situación crítica».

Posteriormente, tal y como dice en la misiva, el alcalde, «ante cierto eco» de sus «quejas», acuerda transferir una subvención de 150.000 euros a la Fundación. Así las cosas, informa al presidente de que los pagos abonados por esta entidad ascienden a 484.991 euros, una cantidad, como señala, «ridícula ante la magnitud» del presupuesto de 1.188.500 euros previsto en la propuesta hecha inicialmente por la Alcaldía. De esa cantidad, finalmente el Ayuntamiento ha abonado 210.000 euros y el resto, 274 .991, «gravitan» sobre la «endeble» economía de la Fundación. De ellos, 38.965 fueron adelantados por Navarro y 38.603 correspondían a facturas impagadas. Según ha informado recientemente el historiador, como respuesta a la carta, se acordó transferir a la Fundación 90.000 euros. Concluye la misiva señalando que lo que «realmente» le «indigna» es «pararme a imaginar las repercusiónes favorables que podía haber tenido la exposición de haber contado con apoyos de una Consejería que está moralmente obligada a prestarlos».

Según Navarro, este malestar por lo sucedido con la muestra Legados fue puesto también de manifiesto en una Comisión de Patrimonio celebrada en Toro, donde asegura que se «plantó» ante la consejera «ante la cuantía de la injusticia que supone maltratar una ciudad porque tiene una mala relación con quien gobierna en ella». «Me niego a admitir», ha añadido, «que en el siglo XXI se mantenga en un puesto a una señora que tiene mentalidad del antiguo régimen y que ahora pase a ser consejera de Agricultura, cuando en la vida civil ya estaría defenestrada». Navarro asegura que son «muchas las personas que están en estos círculos las que han sintonizado conmigo» y manifiesta que «la mayor parte de los altos cargos con los que he hablado culpan a esta señora y dijeron que en el nuevo mandato iban a cambiar las cosas, pero veo que con los presupuestos de 2008 se sigue maltratando a esta provincia y para ello no hay más que contrastar lo que se da para Burgos y lo que se da para Zamora, por ejemplo». «Yo no pido milagros, sino un trato justo», prosigue.

Según dijo, estas reivindicaciones «son las que han molestado y me han dicho que las diga en casa, pero eso no sirve para nada», puesto que, como se recoge en un acta de la Comisión de Patrimonio de noviembre de 2006, sus informes sobre situaciones como el estado de la capilla de la Majestad de la Colegiata, así como del «inquietante estado de conservación de gran parte de sus motivos ornamentales», no fueron contestados. En otro acta manifiesta su «decepción» tras conocer la «ruindad» de las partidas presupuestarias destinadas al patrimonio zamorano en 2007. En una de ellas dice que se considera «servidor resuelto del patrimonio cultural de nuestra provincia, pero no súbdito, ni lacayo, ni comparsa de tales personalidades políticas» , en relación a quienes «ostentan responsabilidades» en la Consejería de Cultura y Turismo.


El "caso" llegará a las Cortes Regionales
El grupo socialista formulará una pregunta en el próximo pleno de las Cortes relativa a la destitución de José Navarro, medida que, según anunció ayer en rueda de prensa ofrecida en Benavente por el procurador José Ignacio Martín Benito, «es un despropósito injustificado» y «una torpeza de la consejera de Cultura, que no ha dejado indiferente a nadie». Benito, que estuvo acompañado por los concejales toresanos Lorenzo Rodríguez y por José Luis Martín, criticó que el PP haya justificado la actuación «como algo normal, cuando todo el mundo sabe que el cese ha sido por ser Navarro una "voz crítica" a la que no hacían comulgar con ruedas de molino». Una voz, añadió, «que durante años se ha alzado en defensa del patrimonio». Benito censuró los «comienzos» de la consejera Salgueiro con la provincia de Zamora por haber dicho primero que la intervención en la Colegiata «no era urgente» y por la destitución de Navarro ahora. «Dudo mucho», afirmó, «que se mantenga intachable durante 28 años, como sí lo ha hecho Navarro. Un hombre querido y respetado: una autoridad, un experto, un defensor del patrimonio, frente a tanto político irresponsable, ignorante y atrevido»
Artículos sobre la destitución de Navarro en la edición de hoy de La Opinión de Zamora

Foto: Navarro Talegón, en "Legados" (Fotoinfo).

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